Los juegos decisivos de desarrollaron en el reducto del auriazul, donde por la mañana el local dejó en el camino a Belgrano, mientras que su ocasional rival hizo lo propio con Ferro de General Pico.
Por la tarde, en la finalísima, ambas plantillas entregaron un primer tiempo equilibrado y cambiante en el resultado, para arribar a una igualdad en 32 con la que se fueron al descanso.
En la segunda parte se observó otro partido. All Boys comenzó a comandar las alternativas y con acertadas penetraciones y lanzamientos estableció una clara diferencia que supo sostener. Así fue el tercer cuarto y sobre el último segmento el juego ingresó en una meseta que favoreció al dueño de casa.
Fue final de 68 a 56 y All Boys festejó alocadamente este merecido título.
Estudiantes, evidentemente, sintió el cansancio y lo pagó con la derrota.