Fue en el cierre del Campeonato Nacional de la especialidad que se desarrolló a partir de las 15 horas en el club Estudiantes, totalmente colmado.
El local arrancó bien hasta los diez puntos, ahí se lo igualó Capital que fue creciendo en su juego y marcando mayores diferencias.
La Pampa lo jugó bien en las marcas, no así en los lanzamientos donde en el primer capítulo erró mucho, incluso desde inmejorable ubicación. Y esa falencia ante un equipo como las porteñas se paga muy caro. Ellas tiran y meten en un alto porcentaje y se no se llevan las acciones ahí cerca, resulta casi imposible doblegarlo.
Hoy el cesto se ha convertido en un deporte de transiciones rápidas, mucho movimiento y lectura de juego de todas sus intérpretes. Esos condimentos vienen dejando de lado la instauración de otras estrategias, más allá de las habituales marcas agresivas y la precisión en los lanzamientos que siguen sustentando la base de un criterioso funcionamiento.
En síntesis: La Pampa, de haber tenido mayor efectividad podría haber pretendido pelear el título. Igualmente, un reconocimiento a toda la plantilla que se brindó al máximo en cada alternativa. Y eso se valora.
Además, Capital se consagró campeón también en sub 14 al imponerse a La Pampa por 48 a 44 en un juego muy disputado; y en sub 17 luego de hacer suya la final ante Santiago por 120 a 83.