El conjunto auriazul tuvo un torneo (categoría Máster +30), de principio a fin, que se acercó a la perfección. Finalizó invicto y en el juego final literalmente pasó por arriba a su circunstancial rival (Bahía Softbol).
Un campo corto veloz, seguro, de oportunos desplazamientos, que accionó casi sin fisuras cada vez que fue requerido defensivamente. Los outfielder (jardineros), también con jugadores rápidos, buenas ubicaciones y confiados en las pelotas de aire.
Para cerrar, un ataque, una ofensiva contundente. Palos por aquí y por allá; por la banda contraria, hits imparables y muchas bolas que superaron el cerco del campo profundo para convertirse en cuadrangulares automáticos.
En síntesis: All Boys hizo suyo el máximo galardón, exhibiendo una contundencia extrema.
Premiación
Al término del juego se hizo entrega de los premios correspondientes, con la presencia de los hermanos Pérez, Jorge y Alfredo (éste en silla de ruedas), Héctor Esquisatti como miembro de la Federación Pampeana de Sóftbol, exjugadores y las plantillas que disputaron la final. Resultó realmente muy emocionante, cuando Mario Vega, ex jugador, dirigente y entrenador, fue invitado por Héctor para que hiciera entrega de sus consideraciones. Fue un repaso del historial de los homenajeados. Alfredo fue jugador y luego tesorero del cuerpo rector. Hoy, sufre de una enfermedad muy fuerte y se encuentra en silla de ruedas. Cosas del destino. Resultó _verdaderamente_ un momento muy emocionante, especialmente para aquellos que compartieron con él toda una etapa en la vida softbolística local.
Luego, llegaron los reconocimientos a los equipos de alcanzaron los lugares de privilegio. 1) All Boys (campeón); 2) Bahía Softbol; 3) El Fortín.