Un manantial de esperanza

La preselección de voleibol femenina sub 16 comenzó con su preparación de cara a los compromisos que se avecinan.

 

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En la mañana del domingo, la cita fue en el gimnasio de la Escuela 221 bajo la conducción del cuerpo técnico que lidera Sandra Carranza con el acompañamiento de Felipe Viale y Laura Ferreyra.

En breve diálogo con esta hoja digital, la orientadora precisó que “es el primer entrenamiento de visualización sub 16; la gran mayoría ya jugó sub 14 Araucanía el año pasado, algunas han jugado sub 18 en Araucania y Epade, y otras son nuevas”.

Destacó que “sabemos que no vienen de jugar en su club, por las vacaciones, pero el primer torneo es el Epade, en Abril, que está lejos y cerca a la vez”.

Remarcó que la idea es que “vayan entendiendo como se trabaja en sub 16, que no es lo mismo que el sub 14, y más allá del calor y las cosas que podemos decir, había que arrancar. Es un lindo grupo”.

Sandra dijo que “el propósito es hacer varias concentraciones, si es posible todos los fines de semana. Pueden haber bajas porque viene un feriado largo y por ahí algunas viajan. El tema, además, es bajar números. Acá hay 20, faltan cinco, y al Epade van con 12. Les damos oportunidades a todas”. 

Lo mental

Es un tema recurrente hablar sobre lo mental, especialmente en estas edades. “Es todo un trabajo”, disparó la técnica. Añadió que “lo que existe es la frustración de las jugadoras. Yo le puedo decir que ella juega muy bien, pero si no lo piensa, no lo cree, se equivoca en dos pelotas y decir que no puede jugar más al vóley, es todo un problema. Tengo que ponerme con la cabeza firme; voy a jugar un Argentino con Santa Fe, Córdoba y si no estás bien de arriba no lo podes hacer. Eso es para la vida también”.

Amplió al considerar que “la primera que tiene que intentar cambiar algo, en este caso, es la jugadora. Como lo hace con la parte técnica lo tiene que hacer con la cabeza, que es lo más importante. Lo técnico le dará para estar en la selección o no, o mucho más, pero si yo no manejo mi cabeza estoy muy complicada. Esto lo he hablado con las jugadoras, incluso con las chicas de la 221; yo te acompaño, pero cuando digo: la pelota terminó ahí, la próxima cambiamos, vos tenes que estar diciendo: no me voy a boicotear, sí, la siguiente voy.

Tiene que empezar por la jugadora”, completó.