De movida se observó que los bahienses conforman un equipo duro de sortear. Por su disposición, orden y una ofensiva incisiva.
De hecho tuvo un par de tiros en los maderos y alguna que otra situación de peligro frente al arco defendido por Guaraglia.
Y en la primera llegada de All Boys, Agustín Servetto capitalizó un envío de cabeza de Obando por el sector izquierdo, y de igual modo el delantero lo hizo por sobre la humanidad del arquero visitante, para desatar el primer festejo.
En el complemento, el ingresado Jerónimo Gutiérrez aprovechó un centro desde la derecha para cabecear cayéndose, y ubicarla a la derecha del guardameta que nada puso hacer para evitar la conquista.
Ya en tiempo de descuento y a falta de un minuto y medio, Liniers estampó su ansiado descuento a través de Coubrey.
En síntesis: el auriazul conforme con el triunfo, pero no por cómo decantó el gol visitante. Y Liniers, por achicar diferencia y aumentar su optimismo de cara al juego de vuelta, en su casa.
